“Nuestra Orden con la Iglesia admira y ensalza a María, unida con lazo indisoluble a la obra salvífica de su Hijo, como el fruto más espléndido de la redención, y la contempla como una purísima imagen de lo que ella misma ansía y espera ser. Los mercedarios nos proponemos amar filialmente a María y honrarla como a nuestra Madre, en cuanto espiritual fundadora de la Orden." (COM 80-81).