Con Cristo Redentor, María de la Merced y

san Pedro Nolasco en fraternidad y servicio.

 

Prot. 66/2016

 

FELICES FIESTAS

 

Provinciales, Vicarios y Delegados;

Monjas y Religiosas de los diversos Institutos femeninos mercedarios; y

Familia Mercedaria.

Presente.-

 

Hermanos en la fe redentora: ¡Bienaventurados quienes seguimos anunciando el tiempo de la Encarnación!

 

Dicen las letras iniciales del villancico “Bienvenida Navidad” que: La gente se quiere mucho el día de Navidad, que lindo que todo el año la gente se quiera igual. Con estas palabras iniciales de motivación hacia la unidad y fraternidad, después de haber peregrinado y presidido la eucaristía en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe el día 15 del presente, al haber terminado la visita canónica a las comunidades locales de la  zona centro de la Provincia Mercedaria de México, entre los días 4 al 21 de este mes, les expreso mis saludos y sinceras felicitaciones en este tiempo litúrgico, por el cual estamos llamados a reflexionar sobre el nacimiento del único Hijo de Dios en el portal de Belén.

 

Qué belleza, qué Verdad la que nos hace libres (cf. Jn 8,32), al reconocer que un niño ha nacido y es el Redentor, príncipe de la Paz, el Emmanuel anunciado, el Dios con nosotros (Is 7,14; Lc 1,31; Mt 1,23). Dice el evangelista san Mateo que donde están dos o tres en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (Mt 18,20), por tal motivo me uno en oración eucarística por la salud e intenciones de todos ustedes. En esta ocasión celebro la misa de Nochebuena en mi ciudad natal, Huacho, compartiendo con los hermanos de comunidad y el pueblo de Dios que alaba al Señor.

 

Estando en Roma, Ciudad de México y ahora en Lima, al recorrer varios lugares, como las comunidades mercedarias he visto el espíritu navideño, han preparado pesebres, han adornado los templos y casas; han colocado guirnaldas, los árboles de Navidad relucen esplendorosos con luces y adornos; de la misma manera he percibido la preparación interior en la vida de los frailes y Familia mercedaria; por ello los animo a seguir creciendo en espiritualidad redentora, como escribía el P. Fr. Samuel Montoya Melesio en su libro “Catecismo mercedario para frailes y laicos”: La espiritualidad mercedaria es el modo de vivir evangélico del religioso que trata de alcanzar su unión con Dios y los hermanos, por ello la espiritualidad es vivencial. Visto de ese modo, estamos invitados a dinamizar la fe y repotenciar la fraternidad que se expresa en la amistad, la sinceridad y el compartir de lo cotidiano.

 

Les invito hoy a realizar un alto en la jornada para orar juntos y agradecer a Dios por el don de la vida y por nuestra consagración, comunión y misión mercedaria. Seamos dóciles al espíritu del Señor para contemplar el Belén, la casa del pan, lugar de la infinita misericordia de Dios (cf. Mt 2,1-12); que la adoración de los pastores y magos así como la celebración de la Epifanía nos permita cantar alegres: Gloria  Dios en las alturas y paz en la tierra de buena voluntad (Lc 2,14); que la huida a Egipto nos permita mirar a los pobres, sin techo, migrantes y refugiados que sufren penurias y cautividades (cf. Mt 2,13-15); que el camino de retorno hacia Nazaret-Jerusalén nos permita encontrar nuestra centralidad en la vida católica cristiana (cf. Mt 2,21-23).

 

Que el icono de la familia de Nazaret (cf. Amoris laetitia, 30) nos invite a seguir contemplando la santidad y pureza de las personas de José y María para postrarnos y adorar a Jesús niño que se encuentra envuelto en pañales entre los brazos de la Madre (cf. Mt 2,11). Como escribía el P. Fr. Uriel Melesio mirando a los niños huérfanos de las periferias mejicanas, reunidos en la Casa Hogar “Villa Nolasco” digamos juntos:

 

“Jesús el que nace, debe nacer en tu corazón; Jesús el que viene, debe venir en tu corazón;

Jesús el que te ama, viene y quiere nacer en tu corazón.

Haz pues de tu corazón el Pesebre donde Jesús nazca para compartir el sentir de tu corazón”

(Poema: En tu corazón).

 

Al término de este saludo, me uno a las letras del “Popurrito Navideño” del corito Chichigua que nos ha hecho extensivo el P. Fr. Santiago Rodríguez Illescas desde Santo Domingo, les remito la Alegría, Alegría, Alegría… del sentir de los niños que cantan al Niño Dios. Bendiciones en el Señor. Les deseo una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo 2017, que llevará el signo de Cristo Redentor.

 

En fraternidad y servicio.

Lima, 24 de diciembre del Año del Señor 2016, a los 798 años de la Fundación de la Orden de la

Bienaventurada Virgen María de la Merced.

 

Fr. Juan Carlos Saavedra Lucho, O.deM. 

Maestro General