AÑO DE CRISTO REDENTOR

2017 

MENSAJE A LA FAMILIA MERCEDARIA

 

A toda la Familia Mercedaria:

 

Con gran alegría y entusiasmo nos hemos reunido como Comisión preparatoria del Octavo Centenario de la Orden de la Merced, desde la Vicaría de Centroamérica que desde 1535 ha estado presente en estas hermosas tierras.

 

Nos ha convocado san Pedro Nolasco, recordándonos que no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Nuestro Fundador nos recuerda las palabras de Cristo quien nos señaló que no sólo hemos de amar a los amigos, sino a los innominados y hasta a los enemigos. El mercedario no tiene límite de personas, ni de lugar, ni de intensidad. Amar a todo ser humano, con todo y hasta la muerte.

 

Ahí están los cientos y cientos de redentores, rompedores de cadenas, de sesenta, ochenta, cien mil cautivos, visitadores y esperanzadores de millones de esclavizados. Lo dieron todo, sin regateo, sufrieron pánicos, maltratos, humillaciones, muertes. Pero lo maravilloso es que detrás de aquellos estaba toda la Orden, compacta, en la misma acción, empeñando todo su patrimonio, sus templos, los conventos más cualificados, los propios hábitos de los frailes. San Serapio, san Pedro Armengol, santa María de Cervellón, san Ramón Nonato, san Pedro Pascual y otros más.

 

Ahí está la gran pléyade de misioneros en América, siempre en los lugares de más riesgo, en las doctrinas más pobres, con enormes dificultades: Juan Infante, Jorge de Sevilla, Bartolomé de Olmedo, Francisco de Bobadilla, Antonio Correa, etcétera, quienes a lo largo de muchos años y siglos contribuyeron a la formación histórica, cultural, moral y cristiana de las naciones que hoy constituyen la gran Familia Mercedaria en América. Nos unimos espiritualmente a ellos, nuestros padres en la fe, y en la misión. Hoy los mercedarios continuamos en esta tarea. Son otros los inconvenientes, son otros los desafíos, otros los riesgos ¡Aquí estamos Señor!

 

Y volvemos a repetir como lo hicimos en nuestra profesión evangélica: …me incorporo libre y voluntariamente a esta familia religiosa para vivir la fraternidad comunitaria y, a ejemplo de nuestro Padre y fundador san Pedro Nolasco, alcanzar con la gracia del Señor y la ayuda de nuestra Madre de la Merced la perfección del amor generoso y el fiel cumplimiento de la misión redentora de la Orden…(COM 112).

 

Recordamos las palabras del Papa Francisco, en el discurso en ocasión del último Capítulo General 2016: La verdadera vida de la Orden debe buscarse en el constante esfuerzo por adecuarse y renovarse, a fin de poder dar una respuesta generosa a las necesidades reales del mundo y de la Iglesia, siendo fieles al patrimonio perenne del que son depositarios.

 

Al escucharnos en estos días y comprobar que en todas nuestras provincias nos preparamos con mucho entusiasmo para estas fiestas, nos llena de esperanza el futuro y en especial la celebración de nuestro Jubileo, que será una gran oportunidad para crecer en nuestra entrega redentora en cada una de las realidades donde estamos como familia mercedaria a lo largo de innumerables países donde la Merced se hace presente con su mensaje liberador.

 

Junto con ello, hemos elaborado sugerencias de tipo: religioso, cultural y social para las celebraciones jubilares del año 2018, en los tres lugares que serán centros neurálgicos de nuestras celebraciones: Italia, España y Perú, los cuales presentamos al Maestro General y al Consejo de Provinciales que se reunirán próximamente en el mes de octubre en la ciudad de Barcelona, para su correspondiente discernimiento.

 

Nos unimos a tantos laicos y laicas que abrazan nuestro carisma con profunda devoción mercedaria y que hacen presente nuestra espiritualidad en las realidades más diversas esparcidas por el mundo.

 

Ya casi en la cumbre san Pedro Nolasco y nuestra Madre de la Merced nos llevan el próximo año a Cristo, el Redentor, que nosotros contemplamos victorioso, superando a la muerte, cumpliendo la redención, ganando la libertad para el mundo. Retándonos a continuar con el anuncio liberador.

 

Dentro de este itinerario jubilar, los queremos invitar a centrar la mirada en Cristo Redentor, como lo hizo san Pedro Nolasco ya casi ochocientos años. En Él encontró el modelo de lo que sería todo mercedario: Los mercedarios tenemos como maestro y modelo a Cristo Redentor que con su muerte nos ha liberado de toda esclavitud y estamos dispuestos a seguirlo sacrificando hasta la propia vida en el ejercicio del ministerio redentor (COM 6).

 

Encomendamos  a  María  nuestra  Madre  de  la  Merced,  este  nuevo  año  de preparación para nuestro Jubileo. Ella como buena Madre nos muestra a su Hijo, Cristo Redentor, Maestro y modelo de toda nuestra familia mercedaria.

 

En el convento y seminario “San Pedro Nolasco”, Guatemala a 22 de julio del 2016. Año de Nuestra Madre de la Merced.

 

Comisión Preparatoria 

del Jubileo Mercedario 2018

 

En la sección Archivos Mercedarios encontrarán materiales, reflexiones, subsidios para imprimir.