Orden De La Merced Orden De La Merced Orden De La Merced

Sidebar

  • HOME
  • Novedades
  • Gobierno
    • Maestro General
    • Consejero de Vida Religiosa
    • Consejero de Vocaciones
      • ENCUENTRO DE FORMADORES MERCEDARIOS
    • Consejero de Pastoral
    • Consejero de Régimen y Gobierno
    • Postulación
    • Constituciones
  • La Merced
    • Origen
    • Espíritu y Misión
    • Presencia Mercedaria
    • CAPÍTULO PROVINCIAL
      • CAPÍTULO PROVINCIAL ARAGONA
  • María de la Merced
    • Expresiones de Marianismo
    • Iglesias y Santuarios Mercedarios
    • Origen de la Advocación
  • Familia
    • Fraternidades Laicales
    • Institutos Religiosos
    • Monjas Mercedarias
  • Santos
    • S. Pedro Nolasco - 6 De Mayo
    • S. Ramón Nonato 31/08
    • S. Pedro Pascual 6/12
    • S. Serapio 14/11
    • S. Pedro Armengol 27/04
    • S. María De Cervellón 19/09
    • B. Mariana De Jesús 17/04
    • B. M. M. Maturana 24/07
    • B. Zegri Y Moreno 11/09
    • M.Alcalá Y 18 Mártires 16/09
  • Mártires
  • Jóvenes
  • Maps
  • PRIVACY
    • Privacy Request
  • Publicaciones
slider-03
maria-de-merced13
slider-02
Senzatitolo-2.jpeg
SANPEDRONOLASCO.jpeg
Redemptionforslide.jpeg
PlayPause

Felicitaciones al Nuevo Gobierno de La Merced en Brasil

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
07 Gennaio 2015
Visite: 70

Felicitaciones al nuevo Gobierno Provincial, a los hermanos que han sido elegidos para prestar el servicio de la animación del carisma legado por San Pedro Nolasco en la Provincia Mercedaria de Brasil 2015-2018:

Provincial: 

 

P. Fr. Rogério Soares de Almeida Silveira, O. de M. 

 

Consejeros: 

P. Fr. Olivar dos Santos, O. de M. (Electo)

P. Fr. John Londerry Batista, O. de M. (Reelecto)

P. Fr. Demerval Reis Soares Filho, O. de M. (Reelecto)

P. Fr. Osmar Alves de Negreiros, O. de M. (Electo)


Los encomendamos a la maternal protección de nuestra Madre de la Merced y a la intercesión de nuestro Padre san Pedro Nolasco.

Nuestro cálido saludo a toda la comunidad y nuestras oraciones para acompañar este nuevo período a los hermanos que servirán a nuestra Orden desde el Brasil. 

2015 AÑO DE SAN PEDRO NOLASCO

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
07 Gennaio 2015
Visite: 37

MENSAJE A LA FAMILIA MERCEDARIA

DE LA COMISIÓN PREPARATORIA DEL JUBILEO 2018

 

Roma, 29 de noviembre de 2014

 

A nuestros estimados hermanos de la Orden de La Merced

y Familia Mercedaria:

 

Ya estamos pisando los umbrales de los ochocientos años de nuestra fundación; las ilusiones que veníamos trayendo desde hace algunos años atrás ya comienzan a florecer; los proyectos van madurando en primorosas realidades. Y es que vamos a empezar nuestras celebraciones jubilares este próximo 17 de enero de 2015, a los 780 años de haber recibido la Confirmación Pontificia de nuestra Orden. Como lo indicaba nuestro último Capítulo General celebrado,

 

 

-          El primer año, 2015, lo dedicaremos al Patriarca, el servidor bueno y fiel, san Pedro Nolasco;

-          El segundo año, 2016, lo dedicaremos a nuestra santísima Madre de la Merced;

-          El tercer año, 2017, lo consagraremos a Cristo Redentor.

 

Para finalizar el año 2018 con las celebraciones jubilares en diversas ciudades donde nos encontramos presentes y que han sido fundamentales para la propagación de nuestro Carisma Redentor: Roma, Barcelona y Lima.

 

Hace ya un siglo atrás, Benedicto XV nos expresaba “Pudiendo decirse con verdad de nuestro Instituto Maiorem caritatem nemo habet, ut animam suam ponat quis pro amicis suis – Nadie tiene mayor caridad que el que da la vida por sus amigos. Que nunca os apartásteis de este intento mientras duró aquel vergonzoso estado de esclavitud, lo demuestra claramente la historia, que ha inmortalizado la memoria de muchos de vuestros religiosos”. Aquel aserto del Pontífice, la Orden lo ha seguido realizando en estos últimos cien años.  Prontos a cumplirse los 800 años, podemos afirmar que este carisma ha encontrado causes actuales y comprometidos. Podemos constatar que los mercedarios nos encontramos a gusto con los pobres y los marginados; sean presos, inmigrantes, niños desfavorecidos, mujeres maltratadas, entre otras realidades que atentan contra nuestra fe.

 

Con enorme satisfacción hemos comprobado que en la Orden hay ilusión por el octavo centenario. Los asistentes hemos traído un gran acervo de iniciativas, proyectos en diferentes formas: de programas festivos, culturales, religiosos, vocacionales; de publicaciones, exposiciones, congresos, peregrinaciones y procesiones. Nos ha sorprendido la rica, variada y numerosa participación para el concurso del himno del octavo centenario. Diecisiete compositores han aportado un florilegio de letras y música referentes a nuestro aniversario fundacional; todas ellas muy estimables pero que forzosamente teníamos que ceñirnos a una, la cual hemos presentado al Maestro General.

 

Los invitamos a que se aúnan a este sentimiento de alegría y jubilo, no sólo a razón de iniciar las celebraciones de nuestro octavo centenario, sino sobretodo porque somos depositarios de un carisma siempre vivo e inmarcesible. Que la alegría de nuestra consagración religiosa mercedaria sea un clarísimo signo ante los demás de la presencia del espíritu, siempre actual, de nuestro Padre san Pedro Nolasco.

 

El P. Maestro General y los Religiosos Delegados de la Comisión preparatoria del Jubileo 2018, nos despedimos de cada uno de ustedes unidos en oración por medio de la “Oración jubilar”.

 

DESCARGAR EUCARISTÍA DEL 17 DE ENERO INICIO DEL AÑO DE SAN PEDRO NOLASCO

 

DESCARGAR SUBSIDIOS para los últimos SÁBADOS de cada mes, en la misa con jóvenes o niños, o en momentos de compartir difundiendo Merced en el mundo entero.

 

ENCUENTRE TODOS LOS SUBSIDIOS PARA CELEBRAR EL AÑO DE NOLASCO EN LA GALERÍA DE ARCHIVOS

Mensaje del Papa Francisco para la 48° Jornada Mundial de la Paz

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
29 Dicembre 2014
Visite: 62

MENSAJE DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
XLVIII JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

1 DE ENERO DE 2015

 

NO ESCLAVOS, SINO HERMANOS

 

1. Al comienzo de un nuevo año, que recibimos como una gracia y un don de Dios a la humanidad, deseo dirigir a cada hombre y mujer, así como a los pueblos y naciones del mundo, a los jefes de Estado y de Gobierno, y a los líderes de las diferentes religiones, mis mejores deseos de paz, que acompaño con mis oraciones por el fin de las guerras, los conflictos y los muchos de sufrimientos causados por el hombre o por antiguas y nuevas epidemias, así como por los devastadores efectos de los desastres naturales. Rezo de modo especial para que, respondiendo a nuestra común vocación de colaborar con Dios y con todos los hombres de buena voluntad en la promoción de la concordia y la paz en el mundo, resistamos a la tentación de comportarnos de un modo indigno de nuestra humanidad.

En el mensaje para el 1 de enero pasado, señalé que del «deseo de una vida plena… forma parte un anhelo indeleble de fraternidad, que nos invita a la comunión con los otros, en los que encontramos no enemigos o contrincantes, sino hermanos a los que acoger y querer».[1] Siendo el hombre un ser relacional, destinado a realizarse en un contexto de relaciones interpersonales inspiradas por la justicia y la caridad, es esencial que para su desarrollo se reconozca y respete su dignidad, libertad y autonomía. Por desgracia, el flagelo cada vez más generalizado de la explotación del hombre por parte del hombre daña seriamente la vida de comunión y la llamada a estrechar relaciones interpersonales marcadas por el respeto, la justicia y la caridad.Este fenómeno abominable, que pisotea los derechos fundamentales de los demás y aniquila su libertad y dignidad, adquiere múltiples formas sobre las que deseo hacer una breve reflexión, de modo que, a la luz de la Palabra de Dios, consideremos a todos los hombres «no esclavos, sino hermanos».

A la escucha del proyecto de Dios sobre la humanidad

2. El tema que he elegido para este mensaje recuerda la carta de san Pablo a Filemón, en la que le pide que reciba a Onésimo, antiguo esclavo de Filemón y que después se hizo cristiano, mereciendo por eso, según Pablo, que sea considerado como unhermano. Así escribe el Apóstol de las gentes: «Quizá se apartó de ti por breve tiempo para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido» (Flm 15-16). Onésimo se convirtió en hermanode Filemón al hacerse cristiano. Así, la conversión a Cristo, el comienzo de una vida de discipulado en Cristo, constituye un nuevo nacimiento (cf. 2 Co 5,17; 1 P 1,3) que regenera la fraternidad como vínculo fundante de la vida familiar y base de la vida social.

En el libro del Génesis, leemos que Dios creó al hombre, varón y hembra, y los bendijo, para que crecieran y se multiplicaran (cf. 1,27-28): Hizo que Adán y Eva fueran padres, los cuales, cumpliendo la bendición de Dios de ser fecundos y multiplicarse, concibieron la primera fraternidad, la de Caín y Abel. Caín y Abel eran hermanos, porque vienen del mismo vientre, y por lo tanto tienen el mismo origen, naturaleza y dignidad de sus padres, creados a imagen y semejanza de Dios.

Pero la fraternidad expresa también la multiplicidad y diferencia que hay entre los hermanos, si bien unidos por el nacimiento y por la misma naturaleza y dignidad. Como hermanos y hermanas, todas las personas están por naturaleza relacionadas con las demás, de las que se diferencian pero con las que comparten el mismo origen, naturaleza y dignidad. Gracias a ello la fraternidad crea la red de relaciones fundamentales para la construcción de la familia humana creada por Dios.

Por desgracia, entre la primera creación que narra el libro del Génesis y el nuevo nacimiento en Cristo, que hace de los creyentes hermanos y hermanas del «primogénito entre muchos hermanos» (Rm 8,29), se encuentra la realidad negativa del pecado, que muchas veces interrumpe la fraternidad creatural y deforma continuamente la belleza y nobleza del ser hermanos y hermanas de la misma familia humana. Caín, además de no soportar a su hermano Abel, lo mata por envidia cometiendo el primer fratricidio. «El asesinato de Abel por parte de Caín deja constancia trágicamente del rechazo radical de la vocación a ser hermanos. Su historia (cf. Gn 4,1-16) pone en evidencia la dificultad de la tarea a la que están llamados todos los hombres, vivir unidos, preocupándose los unos de los otros».[2]

También en la historia de la familia de Noé y sus hijos (cf. Gn 9,18-27), la maldad de Cam contra su padre es lo que empuja a Noé a maldecir al hijo irreverente y bendecir a los demás, que sí lo honraban, dando lugar a una desigualdad entre hermanos nacidos del mismo vientre.

En la historia de los orígenes de la familia humana, el pecado de la separación de Dios, de la figura del padre y del hermano, se convierte en una expresión del rechazo de la comunión traduciéndose en la cultura de la esclavitud (cf. Gn 9,25-27), con las consecuencias que ello conlleva y que se perpetúan de generación en generación: rechazo del otro, maltrato de las personas, violación de la dignidad y los derechos fundamentales, la institucionalización de la desigualdad. De ahí la necesidad de convertirse continuamente a la Alianza, consumada por la oblación de Cristo en la cruz, seguros de que «donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia... por Jesucristo» (Rm 5,20.21). Él, el Hijo amado (cf. Mt 3,17), vino a revelar el amor del Padre por la humanidad. El que escucha el evangelio, y responde a la llamada a la conversión, llega a ser en Jesús «hermano y hermana, y madre» (Mt 12,50) y, por tanto, hijo adoptivo de su Padre (cf. Ef 1,5).

No se llega a ser cristiano, hijo del Padre y hermano en Cristo, por una disposición divina autoritativa, sin el concurso de la libertad personal, es decir, sin convertirse libremente a Cristo. El ser hijo de Dios responde al imperativo de la conversión: «Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Hch 2,38). Todos los que respondieron con la fe y la vida a esta predicación de Pedro entraron en la fraternidadde la primera comunidad cristiana (cf. 1 P 2,17; Hch 1,15.16; 6,3; 15,23): judíos y griegos, esclavos y hombres libres (cf. 1 Co12,13; Ga 3,28), cuya diversidad de origen y condición social no disminuye la dignidad de cada uno, ni excluye a nadie de la pertenencia al Pueblo de Dios. Por ello, la comunidad cristiana es el lugar de la comunión vivida en el amor entre los hermanos (cf.Rm 12,10; 1 Ts 4,9; Hb 13,1; 1 P 1,22; 2 P 1,7).

Todo esto demuestra cómo la Buena Nueva de Jesucristo, por la que Dios hace «nuevas todas las cosas» (Ap 21,5),[3] también es capaz de redimir las relaciones entre los hombres, incluida aquella entre un esclavo y su amo, destacando lo que ambos tienen en común: la filiación adoptiva y el vínculo de fraternidad en Cristo. El mismo Jesús dijo a sus discípulos: «Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer» (Jn 15,15).

Múltiples rostros de la esclavitud de entonces y de ahora

3. Desde tiempos inmemoriales, las diferentes sociedades humanas conocen el fenómeno del sometimiento del hombre por parte del hombre. Ha habido períodos en la historia humana en que la institución de la esclavitud estaba generalmente aceptada y regulada por el derecho. Éste establecía quién nacía libre, y quién, en cambio, nacía esclavo, y en qué condiciones la persona nacida libre podía perder su libertad u obtenerla de nuevo. En otras palabras, el mismo derecho admitía que algunas personas podían o debían ser consideradas propiedad de otra persona, la cual podía disponer libremente de ellas; el esclavo podía ser vendido y comprado, cedido y adquirido como una mercancía.

Hoy, como resultado de un desarrollo positivo de la conciencia de la humanidad, la esclavitud, crimen de lesa humanidad,[4] está oficialmente abolida en el mundo. El derecho de toda persona a no ser sometida a esclavitud ni a servidumbre está reconocido en el derecho internacional como norma inderogable.

Sin embargo, a pesar de que la comunidad internacional ha adoptado diversos acuerdos para poner fin a la esclavitud en todas sus formas, y ha dispuesto varias estrategias para combatir este fenómeno, todavía hay millones de personas –niños, hombres y mujeres de todas las edades– privados de su libertad y obligados a vivir en condiciones similares a la esclavitud.

Me refiero a tantos trabajadores y trabajadoras, incluso menores, oprimidos de manera formal o informal en todos los sectores, desde el trabajo doméstico al de la agricultura, de la industria manufacturera a la minería, tanto en los países donde la legislación laboral no cumple con las mínimas normas y estándares internacionales, como, aunque de manera ilegal, en aquellos cuya legislación protege a los trabajadores.

Pienso también en las condiciones de vida de muchos emigrantes que, en su dramático viaje, sufren el hambre, se ven privados de la libertad, despojados de sus bienes o de los que se abusa física y sexualmente. En aquellos que, una vez llegados a su destino después de un viaje durísimo y con miedo e inseguridad, son detenidos en condiciones a veces inhumanas. Pienso en los que se ven obligados a la clandestinidad por diferentes motivos sociales, políticos y económicos, y en aquellos que, con el fin de permanecer dentro de la ley, aceptan vivir y trabajar en condiciones inadmisibles, sobre todo cuando las legislaciones nacionales crean o permiten una dependencia estructural del trabajador emigrado con respecto al empleador, como por ejemplo cuando se condiciona la legalidad de la estancia al contrato de trabajo... Sí, pienso en el «trabajo esclavo».

Pienso en las personas obligadas a ejercer la prostitución, entre las que hay muchos menores, y en los esclavos y esclavas sexuales; en las mujeres obligadas a casarse, en aquellas que son vendidas con vistas al matrimonio o en las entregadas en sucesión, a un familiar después de la muerte de su marido, sin tener el derecho de dar o no su consentimiento.

No puedo dejar de pensar en los niños y adultos que son víctimas del tráfico y comercialización para la extracción de órganos, para ser reclutados como soldados, para la mendicidad, para actividades ilegales como la producción o venta de drogas, o paraformas encubiertas de adopción internacional.

Pienso finalmente en todos los secuestrados y encerrados en cautividad por grupos terroristas, puestos a su servicio como combatientes o, sobre todo las niñas y mujeres, como esclavas sexuales. Muchos de ellos desaparecen, otros son vendidos varias veces, torturados, mutilados o asesinados.

Algunas causas profundas de la esclavitud

4. Hoy como ayer, en la raíz de la esclavitud se encuentra una concepción de la persona humana que admite el que pueda ser tratada como un objeto. Cuando el pecado corrompe el corazón humano, y lo aleja de su Creador y de sus semejantes, éstos ya no se ven como seres de la misma dignidad, como hermanos y hermanas en la humanidad, sino como objetos. La persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, queda privada de la libertad, mercantilizada, reducida a ser propiedad de otro, con la fuerza, el engaño o la constricción física o psicológica; es tratada como un medio y no como un fin.

Junto a esta causa ontológica –rechazo de la humanidad del otro­– hay otras que ayudan a explicar las formas contemporáneas de la esclavitud. Me refiero en primer lugar a la pobreza, al subdesarrollo y a la exclusión, especialmente cuando se combinan con lafalta de acceso a la educación o con una realidad caracterizada por las escasas, por no decir inexistentes, oportunidades de trabajo. Con frecuencia, las víctimas de la trata y de la esclavitud son personas que han buscado una manera de salir de un estado de pobreza extrema, creyendo a menudo en falsas promesas de trabajo, para caer después en manos de redes criminales que trafican con los seres humanos. Estas redes utilizan hábilmente las modernas tecnologías informáticas para embaucar a jóvenes y niños en todas las partes del mundo.

Entre las causas de la esclavitud hay que incluir también la corrupción de quienes están dispuestos a hacer cualquier cosa para enriquecerse. En efecto, la esclavitud y la trata de personas humanas requieren una complicidad que con mucha frecuencia pasa a través de la corrupción de los intermediarios, de algunos miembros de las fuerzas del orden o de otros agentes estatales, o de diferentes instituciones, civiles y militares. «Esto sucede cuando al centro de un sistema económico está el dios dinero y no el hombre, la persona humana. Sí, en el centro de todo sistema social o económico, tiene que estar la persona, imagen de Dios, creada para que fuera el dominador del universo. Cuando la persona es desplazada y viene el dios dinero sucede esta trastocación de valores».[5]

Otras causas de la esclavitud son los conflictos armados, la violencia, el crimen y el terrorismo. Muchas personas son secuestradas para ser vendidas o reclutadas como combatientes o explotadas sexualmente, mientras que otras se ven obligadas a emigrar, dejando todo lo que poseen: tierra, hogar, propiedades, e incluso la familia. Éstas últimas se ven empujadas a buscar una alternativa a esas terribles condiciones aun a costa de su propia dignidad y supervivencia, con el riesgo de entrar de ese modo en ese círculo vicioso que las convierte en víctimas de la miseria, la corrupción y sus consecuencias perniciosas.

Compromiso común para derrotar la esclavitud

5. Con frecuencia, cuando observamos el fenómeno de la trata de personas, del tráfico ilegal de los emigrantes y de otras formas conocidas y desconocidas de la esclavitud, tenemos la impresión de que todo esto tiene lugar bajo la indiferencia general.

Aunque por desgracia esto es cierto en gran parte, quisiera mencionar el gran trabajo silencioso que muchas congregaciones religiosas, especialmente femeninas, realizan desde hace muchos años en favor de las víctimas. Estos Institutos trabajan en contextos difíciles, a veces dominados por la violencia, tratando de romper las cadenas invisibles que tienen encadenadas a las víctimas a sus traficantes y explotadores; cadenas cuyos eslabones están hechos de sutiles mecanismos psicológicos, que convierten a las víctimas en dependientes de sus verdugos, a través del chantaje y la amenaza, a ellos y a sus seres queridos, pero también a través de medios materiales, como la confiscación de documentos de identidad y la violencia física. La actividad de las congregaciones religiosas se estructura principalmente en torno a tres acciones: la asistencia a las víctimas, su rehabilitación bajo el aspecto psicológico y formativo, y su reinserción en la sociedad de destino o de origen.

Este inmenso trabajo, que requiere coraje, paciencia y perseverancia, merece el aprecio de toda la Iglesia y de la sociedad. Pero, naturalmente, por sí solo no es suficiente para poner fin al flagelo de la explotación de la persona humana. Se requiere también un triple compromiso a nivel institucional de prevención, protección de las víctimas y persecución judicial contra los responsables. Además, como las organizaciones criminales utilizan redes globales para lograr sus objetivos, la acción para derrotar a este fenómeno requiere un esfuerzo conjunto y también global por parte de los diferentes agentes que conforman la sociedad.

Los Estados deben vigilar para que su legislación nacional en materia de migración, trabajo, adopciones, deslocalización de empresas y comercialización de los productos elaborados mediante la explotación del trabajo, respete la dignidad de la persona. Se necesitan leyes justas, centradas en la persona humana, que defiendan sus derechos fundamentales y los restablezcan cuando son pisoteados, rehabilitando a la víctima y garantizando su integridad, así como mecanismos de seguridad eficaces para controlar la aplicación correcta de estas normas, que no dejen espacio a la corrupción y la impunidad. Es preciso que se reconozca también el papel de la mujer en la sociedad, trabajando también en el plano cultural y de la comunicación para obtener los resultados deseados.

Las organizaciones intergubernamentales, de acuerdo con el principio de subsidiariedad, están llamadas a implementar iniciativas coordinadas para luchar contra las redes transnacionales del crimen organizado que gestionan la trata de personas y el tráfico ilegal de emigrantes. Es necesaria una cooperación en diferentes niveles, que incluya a las instituciones nacionales e internacionales, así como a las organizaciones de la sociedad civil y del mundo empresarial.

Las empresas,[6] en efecto, tienen el deber de garantizar a sus empleados condiciones de trabajo dignas y salarios adecuados, pero también han de vigilar para que no se produzcan en las cadenas de distribución formas de servidumbre o trata de personas. A la responsabilidad social de la empresa hay que unir la responsabilidad social del consumidor. Pues cada persona debe ser consciente de que «comprar es siempre un acto moral, además de económico».[7]

Las organizaciones de la sociedad civil, por su parte, tienen la tarea de sensibilizar y estimular las conciencias acerca de las medidas necesarias para combatir y erradicar la cultura de la esclavitud.

En los últimos años, la Santa Sede, acogiendo el grito de dolor de las víctimas de la trata de personas y la voz de las congregaciones religiosas que las acompañan hacia su liberación, ha multiplicado los llamamientos a la comunidad internacional para que los diversos actores unan sus esfuerzos y cooperen para poner fin a esta plaga.[8] Además, se han organizado algunos encuentros con el fin de dar visibilidad al fenómeno de la trata de personas y facilitar la colaboración entre los diferentes agentes, incluidos expertos del mundo académico y de las organizaciones internacionales, organismos policiales de los diferentes países de origen, tránsito y destino de los migrantes, así como representantes de grupos eclesiales que trabajan por las víctimas. Espero que estos esfuerzos continúen y se redoblen en los próximos años.

Globalizar la fraternidad, no la esclavitud ni la indiferencia

6. En su tarea de «anuncio de la verdad del amor de Cristo en la sociedad»,[9] la Iglesia se esfuerza constantemente en las acciones de carácter caritativo partiendo de la verdad sobre el hombre. Tiene la misión de mostrar a todos el camino de la conversión, que lleve a cambiar el modo de ver al prójimo, a reconocer en el otro, sea quien sea, a un hermano y a una hermana en la humanidad; reconocer su dignidad intrínseca en la verdad y libertad, como nos lo muestra la historia de Josefina Bakhita, la santa proveniente de la región de Darfur, en Sudán, secuestrada cuando tenía nueve años por traficantes de esclavos y vendida a dueños feroces. A través de sucesos dolorosos llegó a ser «hija libre de Dios», mediante la fe vivida en la consagración religiosa y en el servicio a los demás, especialmente a los pequeños y débiles. Esta Santa, que vivió entre los siglos XIX y XX, es hoy un testigo ejemplar de esperanza[10] para las numerosas víctimas de la esclavitud y un apoyo en los esfuerzos de todos aquellos que se dedican a luchar contra esta «llaga en el cuerpo de la humanidad contemporánea, una herida en la carne de Cristo».[11]

En esta perspectiva, deseo invitar a cada uno, según su puesto y responsabilidades, a realizar gestos de fraternidad con los que se encuentran en un estado de sometimiento. Preguntémonos, tanto comunitaria como personalmente, cómo nos sentimos interpelados cuando encontramos o tratamos en la vida cotidiana con víctimas de la trata de personas, o cuando tenemos que elegir productos que con probabilidad podrían haber sido realizados mediante la explotación de otras personas. Algunos hacen la vista gorda, ya sea por indiferencia, o porque se desentienden de las preocupaciones diarias, o por razones económicas. Otros, sin embargo, optan por hacer algo positivo, participando en asociaciones civiles o haciendo pequeños gestos cotidianos –que son tan valiosos–, como decir una palabra, un saludo, un «buenos días» o una sonrisa, que no nos cuestan nada, pero que pueden dar esperanza, abrir caminos, cambiar la vida de una persona que vive en la invisibilidad, e incluso cambiar nuestras vidas en relación con esta realidad.

Debemos reconocer que estamos frente a un fenómeno mundial que sobrepasa las competencias de una sola comunidad o nación. Para derrotarlo, se necesita una movilización de una dimensión comparable a la del mismo fenómeno. Por esta razón, hago un llamamiento urgente a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y a todos los que, de lejos o de cerca, incluso en los más altos niveles de las instituciones, son testigos del flagelo de la esclavitud contemporánea, para que no sean cómplices de este mal, para que no aparten los ojos del sufrimiento de sus hermanos y hermanas en humanidad, privados de libertad y dignidad, sino que tengan el valor de tocar la carne sufriente de Cristo,[12] que se hace visible a través de los numerosos rostros de los que él mismo llama «mis hermanos más pequeños» (Mt 25,40.45).

Sabemos que Dios nos pedirá a cada uno de nosotros: ¿Qué has hecho con tu hermano? (cf. Gn 4,9-10). La globalización de la indiferencia, que ahora afecta a la vida de tantos hermanos y hermanas, nos pide que seamos artífices de una globalización de la solidaridad y de la fraternidad, que les dé esperanza y los haga reanudar con ánimo el camino, a través de los problemas de nuestro tiempo y las nuevas perspectivas que trae consigo, y que Dios pone en nuestras manos.

Vaticano, 8 de diciembre de 2014


FRANCISCO


[1] N. 1.

[2] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2014, 2.

[3] Cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 11.

[4] Cf. Discurso a la Asociación internacional de Derecho penal, 23 octubre 2014: L’Osservatore Romano, Ed. lengua española, 31 octubre 2014, p. 8.

[5] Discurso a los participantes en el encuentro mundial de los movimientos populares, 28 octubre 2014: L’Osservatore Romano, Ed. lengua española, 31 octubre 2014, p. 3.

[6] Cf. Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, La vocazione del leader d’impresa. Una riflessione, Milano e Roma, 2013.

[7] Benedicto XVI, Cart. enc. Caritas in veritate, 66.

[8] Cf. Mensaje al Sr. Guy Ryder, Director general de la Organización internacional del trabajo, con motivo de la Sesión 103 de la Conferencia de la OIT, 22 mayo 2014: L’Osservatore Romano, Ed. leng. española 6 junio 2014, p. 3.

[9] Benedicto XVI, Carta. enc. Caritas in veritate, 5.

[10] «A través del conocimiento de esta esperanza ella fue “redimida”, ya no se sentía esclava, sino hija libre de Dios. Entendió lo que Pablo quería decir cuando recordó a los Efesios que antes estaban en el mundo sin esperanza y sin Dios» (Benedicto XVI, Carta. enc. Spe salvi, 3).

[11] Discurso a los participantes en la II Conferencia internacional sobre la Trata de personas: Church and Law Enforcement in partnership, 10 abril 2014: L’Osservatore Romano, Ed. leng. española 11 abril 2014, p. 9; cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 270.

[12] Cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 24; 270.

NUEVAS VICARIAS DE LA ORDEN DE LA MERCED

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
23 Dicembre 2014
Visite: 1353

Prot 47/2014

ERECCIÓN CANÓNICA DE LA VICARÍA DE HONDURAS

DE LA PROVINCIA MERCEDARIA DE MÉXICO

 

PABLO BERNARDO ORDOÑE

Maestro General de la Orden de la Merced.

 

VISTA

La documentación presentada por el M. R. P. Provincial de México, Fr. Alfredo Quintero Campoy, en donde solicita la erección canónica de una Vicaría en la presencia mercedaria en Honduras. Donde consta:

-          La Aprobación de la creación de esta Vicaría en el último capítulo Provincial celebrado en mayo de 2012.

-          La existencia de al menos 4 comunidades canónicamente erigidas en esa área geográfica.

-          Elenco de los 12 religiosos que compondrán la Vicaría.

-          Informe de la realidad vocacional del lugar.

-          Informe económico dando cuenta de que es una realidad que se puede sostener.

-          El parecer favorable del Gobierno Provincial expresado en la sesión del 05 de agosto 2014.

CONSIDERANDO

-          las razones que motivan dicha solicitud.

-          El cumplimiento de todas las exigencias establecidas en nuestras Constituciones (COM 168-178) y Normas Generales (NG 104-105).

-          El parecer favorable del Consejo General en la sesión del 26 y 27 de septiembre de 2014.

Conforme a la documentación recibida y en virtud de sus facultades,

POR LAS PRESENTE LETRAS

Erige canónicamente la Vicaría de Honduras, que estará compuesta por las comunidades de: Sagrada Familia (Tegucigalpa); Casa de Formación Ntra. Sra. De la Merced (Aldea San Matías); Ntra. Sra. De los Dolores (La Paz); Ntra. Sra. De la Merced (Comayagua) y confía esta nueva realidad a la Protección y Patrocinio de Nuestra Santísima Madre de la Merced.

Dado en Ciudad de México el 18 de diciembre de 2014, año 797 de la Fundación de la Orden.

 

PABLO BERNARDO ORDOÑE

Maestro General

 

EXCMO. SR. CHRIS OPHER PIERRE

Nuncio Apostólico en México

 

CARLOS I. MUÑOZ ALVAREZ

Secretario General

 

---------------------------------------------------------------------------------------

Prot 48/2014

ERECCIÓN CANÓNICA DE LA VICARÍA DEL NORTE DE MÉXICO

DE LA PROVINCIA MERCEDARIA DE MÉXICO

 

PABLO BERNARDO ORDOÑE

Maestro General de la Orden de la Merced.

 

VISTA

La documentación presentada por el M. R. P. Provincial de México, Fr. Alfredo Quintero Campoy, en donde solicita la erección canónica de una Vicaría en la presencia mercedaria de dicha Provincia en el Norte de México y en los Estados Unidos. Donde consta:

-          La Aprobación de la creación de esta Vicaría en el último capítulo Provincial celebrado en mayo de 2012.

-          La existencia de al menos 4 comunidades canónicamente erigidas en esa área geográfica.

-          Elenco de los 12 religiosos que compondrán la Vicaría.

-          Informe de la realidad vocacional del lugar.

-          Informe económico dando cuenta de que es una realidad que se puede sostener.

-          El parecer favorable del Gobierno Provincial expresado en la sesión del 05 de agosto 2014.

CONSIDERANDO

-          las razones que motivan dicha solicitud.

-          El cumplimiento de todas las exigencias establecidas en nuestras Constituciones (COM 168-178) y Normas Generales (NG 104-105).

-          El parecer favorable del Consejo General en la sesión del 26 y 27 de septiembre de 2014.

Conforme a la documentación recibida y en virtud de sus facultades,

POR LAS PRESENTE LETRAS

Erige canónicamente la Vicaría del Norte de México y los Estados Unidos, que estará compuesta por las comunidades de: Nuestra Señora de la Merced (Tijuana); Nuestra Señora de la Merced (Sonora); Nuestra Señora de Guadalupe (Baja California); San Ramón Nonato (Tijuana); Nuestra Señora de Guadalupe (Riverside E.E.U.U); y confía esta nueva realidad a la Protección y Patrocinio de nuestro maestro y modelo Cristo Redentor (COM 6).

Dado en Ciudad de México el 18 de diciembre de 2014, año 797 de la Fundación de la Orden.

 

PABLO BERNARDO ORDOÑE

Maestro General

 

EXCMO. SR. CHRIS OPHER PIERRE

Nuncio Apostólico en México

 

CARLOS I. MUÑOZ ALVAREZ

Secretario General

Felicitaciones al Nuevo Gobierno de La Merced en Argentina

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
11 Dicembre 2014
Visite: 164

Jueves, 11 de diciembre de 2014

Estimados hermanos y hermanas

 

Con gran alegría queremos comunicarles que, los frailes mercedarios reunidos en Córdoba en el XXXVII Capítulo Provincial de la Orden de La Merced en Argentina, bajo el lema "800 años... alegres y dispuestos, con amor redentor dando la vida por tu LIBERTAD"; con la presencia del Rdvmo. P. Maestro General Fr. Pablo Bernardo Ordoñe,  en el día de la fecha han elegido nuevo equipo de Gobierno Provincial integrado por:

 

Padre Provincial FR. LUIS ALBERTO DE BRITO

 

Consejeros

FR. EMILIO FERNANDO CORDOBA MARTIN

FR. JOSE LUIS MERCADO MORALES

FR. SERGIO AUGUSTO NAVARRO

FR. CARLOS ALBERTO GOMEZ

 

Encomendamos a sus oraciones, para que este equipo pueda cumplir su servicios redentor en favor de los nuevos cautivos de hoy. Que Nuestra Madre de la Merced nos acompañe y nos ilumine siempre.

 

Comisión de Prensa del Capítulo Provincial

37º Capítulo Provincial de La Merced en Argentina

 

Recepción de saludos

Hospedería del Convento  Av. Bodereau 7850

Córdoba – Argentina l Tel: 03543-420120

Portal Web: www.merced.org.ar/home

E-mail:Questo indirizzo email è protetto dagli spambots. È necessario abilitare JavaScript per vederlo.

El Papa Francisco en clave MERCEDARIA

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
11 Dicembre 2014
Visite: 114

MENSAJE DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
XLVIII JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

1 DE ENERO DE 2015

 

NO ESCLAVOS, SINO HERMANOS

 

1. Al comienzo de un nuevo año, que recibimos como una gracia y un don de Dios a la humanidad, deseo dirigir a cada hombre y mujer, así como a los pueblos y naciones del mundo, a los jefes de Estado y de Gobierno, y a los líderes de las diferentes religiones, mis mejores deseos de paz, que acompaño con mis oraciones por el fin de las guerras, los conflictos y los muchos de sufrimientos causados por el hombre o por antiguas y nuevas epidemias, así como por los devastadores efectos de los desastres naturales. Rezo de modo especial para que, respondiendo a nuestra común vocación de colaborar con Dios y con todos los hombres de buena voluntad en la promoción de la concordia y la paz en el mundo, resistamos a la tentación de comportarnos de un modo indigno de nuestra humanidad.

En el mensaje para el 1 de enero pasado, señalé que del «deseo de una vida plena… forma parte un anhelo indeleble de fraternidad, que nos invita a la comunión con los otros, en los que encontramos no enemigos o contrincantes, sino hermanos a los que acoger y querer».[1] Siendo el hombre un ser relacional, destinado a realizarse en un contexto de relaciones interpersonales inspiradas por la justicia y la caridad, es esencial que para su desarrollo se reconozca y respete su dignidad, libertad y autonomía. Por desgracia, el flagelo cada vez más generalizado de la explotación del hombre por parte del hombre daña seriamente la vida de comunión y la llamada a estrechar relaciones interpersonales marcadas por el respeto, la justicia y la caridad.Este fenómeno abominable, que pisotea los derechos fundamentales de los demás y aniquila su libertad y dignidad, adquiere múltiples formas sobre las que deseo hacer una breve reflexión, de modo que, a la luz de la Palabra de Dios, consideremos a todos los hombres «no esclavos, sino hermanos».

 

A la escucha del proyecto de Dios sobre la humanidad

2. El tema que he elegido para este mensaje recuerda la carta de san Pablo a Filemón, en la que le pide que reciba a Onésimo, antiguo esclavo de Filemón y que después se hizo cristiano, mereciendo por eso, según Pablo, que sea considerado como unhermano. Así escribe el Apóstol de las gentes: «Quizá se apartó de ti por breve tiempo para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido» (Flm 15-16). Onésimo se convirtió en hermanode Filemón al hacerse cristiano. Así, la conversión a Cristo, el comienzo de una vida de discipulado en Cristo, constituye un nuevo nacimiento (cf. 2 Co 5,17; 1 P 1,3) que regenera la fraternidad como vínculo fundante de la vida familiar y base de la vida social.

En el libro del Génesis, leemos que Dios creó al hombre, varón y hembra, y los bendijo, para que crecieran y se multiplicaran (cf. 1,27-28): Hizo que Adán y Eva fueran padres, los cuales, cumpliendo la bendición de Dios de ser fecundos y multiplicarse, concibieron la primera fraternidad, la de Caín y Abel. Caín y Abel eran hermanos, porque vienen del mismo vientre, y por lo tanto tienen el mismo origen, naturaleza y dignidad de sus padres, creados a imagen y semejanza de Dios.

Pero la fraternidad expresa también la multiplicidad y diferencia que hay entre los hermanos, si bien unidos por el nacimiento y por la misma naturaleza y dignidad. Como hermanos y hermanas, todas las personas están por naturaleza relacionadas con las demás, de las que se diferencian pero con las que comparten el mismo origen, naturaleza y dignidad. Gracias a ello la fraternidad crea la red de relaciones fundamentales para la construcción de la familia humana creada por Dios.

Por desgracia, entre la primera creación que narra el libro del Génesis y el nuevo nacimiento en Cristo, que hace de los creyentes hermanos y hermanas del «primogénito entre muchos hermanos» (Rm 8,29), se encuentra la realidad negativa del pecado, que muchas veces interrumpe la fraternidad creatural y deforma continuamente la belleza y nobleza del ser hermanos y hermanas de la misma familia humana. Caín, además de no soportar a su hermano Abel, lo mata por envidia cometiendo el primer fratricidio. «El asesinato de Abel por parte de Caín deja constancia trágicamente del rechazo radical de la vocación a ser hermanos. Su historia (cf. Gn 4,1-16) pone en evidencia la dificultad de la tarea a la que están llamados todos los hombres, vivir unidos, preocupándose los unos de los otros».[2]

También en la historia de la familia de Noé y sus hijos (cf. Gn 9,18-27), la maldad de Cam contra su padre es lo que empuja a Noé a maldecir al hijo irreverente y bendecir a los demás, que sí lo honraban, dando lugar a una desigualdad entre hermanos nacidos del mismo vientre.

En la historia de los orígenes de la familia humana, el pecado de la separación de Dios, de la figura del padre y del hermano, se convierte en una expresión del rechazo de la comunión traduciéndose en la cultura de la esclavitud (cf. Gn 9,25-27), con las consecuencias que ello conlleva y que se perpetúan de generación en generación: rechazo del otro, maltrato de las personas, violación de la dignidad y los derechos fundamentales, la institucionalización de la desigualdad. De ahí la necesidad de convertirse continuamente a la Alianza, consumada por la oblación de Cristo en la cruz, seguros de que «donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia... por Jesucristo» (Rm 5,20.21). Él, el Hijo amado (cf. Mt 3,17), vino a revelar el amor del Padre por la humanidad. El que escucha el evangelio, y responde a la llamada a la conversión, llega a ser en Jesús «hermano y hermana, y madre» (Mt 12,50) y, por tanto, hijo adoptivo de su Padre (cf. Ef 1,5).

No se llega a ser cristiano, hijo del Padre y hermano en Cristo, por una disposición divina autoritativa, sin el concurso de la libertad personal, es decir, sin convertirse libremente a Cristo. El ser hijo de Dios responde al imperativo de la conversión: «Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Hch 2,38). Todos los que respondieron con la fe y la vida a esta predicación de Pedro entraron en la fraternidadde la primera comunidad cristiana (cf. 1 P 2,17; Hch 1,15.16; 6,3; 15,23): judíos y griegos, esclavos y hombres libres (cf. 1 Co12,13; Ga 3,28), cuya diversidad de origen y condición social no disminuye la dignidad de cada uno, ni excluye a nadie de la pertenencia al Pueblo de Dios. Por ello, la comunidad cristiana es el lugar de la comunión vivida en el amor entre los hermanos (cf.Rm 12,10; 1 Ts 4,9; Hb 13,1; 1 P 1,22; 2 P 1,7).

Todo esto demuestra cómo la Buena Nueva de Jesucristo, por la que Dios hace «nuevas todas las cosas» (Ap 21,5),[3] también es capaz de redimir las relaciones entre los hombres, incluida aquella entre un esclavo y su amo, destacando lo que ambos tienen en común: la filiación adoptiva y el vínculo de fraternidad en Cristo. El mismo Jesús dijo a sus discípulos: «Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer» (Jn 15,15).

 

Múltiples rostros de la esclavitud de entonces y de ahora

3. Desde tiempos inmemoriales, las diferentes sociedades humanas conocen el fenómeno del sometimiento del hombre por parte del hombre. Ha habido períodos en la historia humana en que la institución de la esclavitud estaba generalmente aceptada y regulada por el derecho. Éste establecía quién nacía libre, y quién, en cambio, nacía esclavo, y en qué condiciones la persona nacida libre podía perder su libertad u obtenerla de nuevo. En otras palabras, el mismo derecho admitía que algunas personas podían o debían ser consideradas propiedad de otra persona, la cual podía disponer libremente de ellas; el esclavo podía ser vendido y comprado, cedido y adquirido como una mercancía.

Hoy, como resultado de un desarrollo positivo de la conciencia de la humanidad, la esclavitud, crimen de lesa humanidad,[4] está oficialmente abolida en el mundo. El derecho de toda persona a no ser sometida a esclavitud ni a servidumbre está reconocido en el derecho internacional como norma inderogable.

Sin embargo, a pesar de que la comunidad internacional ha adoptado diversos acuerdos para poner fin a la esclavitud en todas sus formas, y ha dispuesto varias estrategias para combatir este fenómeno, todavía hay millones de personas –niños, hombres y mujeres de todas las edades– privados de su libertad y obligados a vivir en condiciones similares a la esclavitud.

Me refiero a tantos trabajadores y trabajadoras, incluso menores, oprimidos de manera formal o informal en todos los sectores, desde el trabajo doméstico al de la agricultura, de la industria manufacturera a la minería, tanto en los países donde la legislación laboral no cumple con las mínimas normas y estándares internacionales, como, aunque de manera ilegal, en aquellos cuya legislación protege a los trabajadores.

Pienso también en las condiciones de vida de muchos emigrantes que, en su dramático viaje, sufren el hambre, se ven privados de la libertad, despojados de sus bienes o de los que se abusa física y sexualmente. En aquellos que, una vez llegados a su destino después de un viaje durísimo y con miedo e inseguridad, son detenidos en condiciones a veces inhumanas. Pienso en los que se ven obligados a la clandestinidad por diferentes motivos sociales, políticos y económicos, y en aquellos que, con el fin de permanecer dentro de la ley, aceptan vivir y trabajar en condiciones inadmisibles, sobre todo cuando las legislaciones nacionales crean o permiten una dependencia estructural del trabajador emigrado con respecto al empleador, como por ejemplo cuando se condiciona la legalidad de la estancia al contrato de trabajo... Sí, pienso en el «trabajo esclavo».

Pienso en las personas obligadas a ejercer la prostitución, entre las que hay muchos menores, y en los esclavos y esclavas sexuales; en las mujeres obligadas a casarse, en aquellas que son vendidas con vistas al matrimonio o en las entregadas en sucesión, a un familiar después de la muerte de su marido, sin tener el derecho de dar o no su consentimiento.

No puedo dejar de pensar en los niños y adultos que son víctimas del tráfico y comercialización para la extracción de órganos, para ser reclutados como soldados, para la mendicidad, para actividades ilegales como la producción o venta de drogas, o paraformas encubiertas de adopción internacional.

Pienso finalmente en todos los secuestrados y encerrados en cautividad por grupos terroristas, puestos a su servicio como combatientes o, sobre todo las niñas y mujeres, como esclavas sexuales. Muchos de ellos desaparecen, otros son vendidos varias veces, torturados, mutilados o asesinados.

 

Algunas causas profundas de la esclavitud

4. Hoy como ayer, en la raíz de la esclavitud se encuentra una concepción de la persona humana que admite el que pueda ser tratada como un objeto. Cuando el pecado corrompe el corazón humano, y lo aleja de su Creador y de sus semejantes, éstos ya no se ven como seres de la misma dignidad, como hermanos y hermanas en la humanidad, sino como objetos. La persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, queda privada de la libertad, mercantilizada, reducida a ser propiedad de otro, con la fuerza, el engaño o la constricción física o psicológica; es tratada como un medio y no como un fin.

Junto a esta causa ontológica –rechazo de la humanidad del otro­– hay otras que ayudan a explicar las formas contemporáneas de la esclavitud. Me refiero en primer lugar a la pobreza, al subdesarrollo y a la exclusión, especialmente cuando se combinan con lafalta de acceso a la educación o con una realidad caracterizada por las escasas, por no decir inexistentes, oportunidades de trabajo. Con frecuencia, las víctimas de la trata y de la esclavitud son personas que han buscado una manera de salir de un estado de pobreza extrema, creyendo a menudo en falsas promesas de trabajo, para caer después en manos de redes criminales que trafican con los seres humanos. Estas redes utilizan hábilmente las modernas tecnologías informáticas para embaucar a jóvenes y niños en todas las partes del mundo.

Entre las causas de la esclavitud hay que incluir también la corrupción de quienes están dispuestos a hacer cualquier cosa para enriquecerse. En efecto, la esclavitud y la trata de personas humanas requieren una complicidad que con mucha frecuencia pasa a través de la corrupción de los intermediarios, de algunos miembros de las fuerzas del orden o de otros agentes estatales, o de diferentes instituciones, civiles y militares. «Esto sucede cuando al centro de un sistema económico está el dios dinero y no el hombre, la persona humana. Sí, en el centro de todo sistema social o económico, tiene que estar la persona, imagen de Dios, creada para que fuera el dominador del universo. Cuando la persona es desplazada y viene el dios dinero sucede esta trastocación de valores».[5]

Otras causas de la esclavitud son los conflictos armados, la violencia, el crimen y el terrorismo. Muchas personas son secuestradas para ser vendidas o reclutadas como combatientes o explotadas sexualmente, mientras que otras se ven obligadas a emigrar, dejando todo lo que poseen: tierra, hogar, propiedades, e incluso la familia. Éstas últimas se ven empujadas a buscar una alternativa a esas terribles condiciones aun a costa de su propia dignidad y supervivencia, con el riesgo de entrar de ese modo en ese círculo vicioso que las convierte en víctimas de la miseria, la corrupción y sus consecuencias perniciosas.

 

Compromiso común para derrotar la esclavitud

5. Con frecuencia, cuando observamos el fenómeno de la trata de personas, del tráfico ilegal de los emigrantes y de otras formas conocidas y desconocidas de la esclavitud, tenemos la impresión de que todo esto tiene lugar bajo la indiferencia general.

Aunque por desgracia esto es cierto en gran parte, quisiera mencionar el gran trabajo silencioso que muchas congregaciones religiosas, especialmente femeninas, realizan desde hace muchos años en favor de las víctimas. Estos Institutos trabajan en contextos difíciles, a veces dominados por la violencia, tratando de romper las cadenas invisibles que tienen encadenadas a las víctimas a sus traficantes y explotadores; cadenas cuyos eslabones están hechos de sutiles mecanismos psicológicos, que convierten a las víctimas en dependientes de sus verdugos, a través del chantaje y la amenaza, a ellos y a sus seres queridos, pero también a través de medios materiales, como la confiscación de documentos de identidad y la violencia física. La actividad de las congregaciones religiosas se estructura principalmente en torno a tres acciones: la asistencia a las víctimas, su rehabilitación bajo el aspecto psicológico y formativo, y su reinserción en la sociedad de destino o de origen.

Este inmenso trabajo, que requiere coraje, paciencia y perseverancia, merece el aprecio de toda la Iglesia y de la sociedad. Pero, naturalmente, por sí solo no es suficiente para poner fin al flagelo de la explotación de la persona humana. Se requiere también un triple compromiso a nivel institucional de prevención, protección de las víctimas y persecución judicial contra los responsables. Además, como las organizaciones criminales utilizan redes globales para lograr sus objetivos, la acción para derrotar a este fenómeno requiere un esfuerzo conjunto y también global por parte de los diferentes agentes que conforman la sociedad.

Los Estados deben vigilar para que su legislación nacional en materia de migración, trabajo, adopciones, deslocalización de empresas y comercialización de los productos elaborados mediante la explotación del trabajo, respete la dignidad de la persona. Se necesitan leyes justas, centradas en la persona humana, que defiendan sus derechos fundamentales y los restablezcan cuando son pisoteados, rehabilitando a la víctima y garantizando su integridad, así como mecanismos de seguridad eficaces para controlar la aplicación correcta de estas normas, que no dejen espacio a la corrupción y la impunidad. Es preciso que se reconozca también el papel de la mujer en la sociedad, trabajando también en el plano cultural y de la comunicación para obtener los resultados deseados.

Las organizaciones intergubernamentales, de acuerdo con el principio de subsidiariedad, están llamadas a implementar iniciativas coordinadas para luchar contra las redes transnacionales del crimen organizado que gestionan la trata de personas y el tráfico ilegal de emigrantes. Es necesaria una cooperación en diferentes niveles, que incluya a las instituciones nacionales e internacionales, así como a las organizaciones de la sociedad civil y del mundo empresarial.

Las empresas,[6] en efecto, tienen el deber de garantizar a sus empleados condiciones de trabajo dignas y salarios adecuados, pero también han de vigilar para que no se produzcan en las cadenas de distribución formas de servidumbre o trata de personas. A la responsabilidad social de la empresa hay que unir la responsabilidad social del consumidor. Pues cada persona debe ser consciente de que «comprar es siempre un acto moral, además de económico».[7]

Las organizaciones de la sociedad civil, por su parte, tienen la tarea de sensibilizar y estimular las conciencias acerca de las medidas necesarias para combatir y erradicar la cultura de la esclavitud.

En los últimos años, la Santa Sede, acogiendo el grito de dolor de las víctimas de la trata de personas y la voz de las congregaciones religiosas que las acompañan hacia su liberación, ha multiplicado los llamamientos a la comunidad internacional para que los diversos actores unan sus esfuerzos y cooperen para poner fin a esta plaga.[8] Además, se han organizado algunos encuentros con el fin de dar visibilidad al fenómeno de la trata de personas y facilitar la colaboración entre los diferentes agentes, incluidos expertos del mundo académico y de las organizaciones internacionales, organismos policiales de los diferentes países de origen, tránsito y destino de los migrantes, así como representantes de grupos eclesiales que trabajan por las víctimas. Espero que estos esfuerzos continúen y se redoblen en los próximos años.

 

Globalizar la fraternidad, no la esclavitud ni la indiferencia

6. En su tarea de «anuncio de la verdad del amor de Cristo en la sociedad»,[9] la Iglesia se esfuerza constantemente en las acciones de carácter caritativo partiendo de la verdad sobre el hombre. Tiene la misión de mostrar a todos el camino de la conversión, que lleve a cambiar el modo de ver al prójimo, a reconocer en el otro, sea quien sea, a un hermano y a una hermana en la humanidad; reconocer su dignidad intrínseca en la verdad y libertad, como nos lo muestra la historia de Josefina Bakhita, la santa proveniente de la región de Darfur, en Sudán, secuestrada cuando tenía nueve años por traficantes de esclavos y vendida a dueños feroces. A través de sucesos dolorosos llegó a ser «hija libre de Dios», mediante la fe vivida en la consagración religiosa y en el servicio a los demás, especialmente a los pequeños y débiles. Esta Santa, que vivió entre los siglos XIX y XX, es hoy un testigo ejemplar de esperanza[10] para las numerosas víctimas de la esclavitud y un apoyo en los esfuerzos de todos aquellos que se dedican a luchar contra esta «llaga en el cuerpo de la humanidad contemporánea, una herida en la carne de Cristo».[11]

En esta perspectiva, deseo invitar a cada uno, según su puesto y responsabilidades, a realizar gestos de fraternidad con los que se encuentran en un estado de sometimiento. Preguntémonos, tanto comunitaria como personalmente, cómo nos sentimos interpelados cuando encontramos o tratamos en la vida cotidiana con víctimas de la trata de personas, o cuando tenemos que elegir productos que con probabilidad podrían haber sido realizados mediante la explotación de otras personas. Algunos hacen la vista gorda, ya sea por indiferencia, o porque se desentienden de las preocupaciones diarias, o por razones económicas. Otros, sin embargo, optan por hacer algo positivo, participando en asociaciones civiles o haciendo pequeños gestos cotidianos –que son tan valiosos–, como decir una palabra, un saludo, un «buenos días» o una sonrisa, que no nos cuestan nada, pero que pueden dar esperanza, abrir caminos, cambiar la vida de una persona que vive en la invisibilidad, e incluso cambiar nuestras vidas en relación con esta realidad.

Debemos reconocer que estamos frente a un fenómeno mundial que sobrepasa las competencias de una sola comunidad o nación. Para derrotarlo, se necesita una movilización de una dimensión comparable a la del mismo fenómeno. Por esta razón, hago un llamamiento urgente a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y a todos los que, de lejos o de cerca, incluso en los más altos niveles de las instituciones, son testigos del flagelo de la esclavitud contemporánea, para que no sean cómplices de este mal, para que no aparten los ojos del sufrimiento de sus hermanos y hermanas en humanidad, privados de libertad y dignidad, sino que tengan el valor de tocar la carne sufriente de Cristo,[12] que se hace visible a través de los numerosos rostros de los que él mismo llama «mis hermanos más pequeños» (Mt 25,40.45).

Sabemos que Dios nos pedirá a cada uno de nosotros: ¿Qué has hecho con tu hermano? (cf. Gn 4,9-10). La globalización de la indiferencia, que ahora afecta a la vida de tantos hermanos y hermanas, nos pide que seamos artífices de una globalización de la solidaridad y de la fraternidad, que les dé esperanza y los haga reanudar con ánimo el camino, a través de los problemas de nuestro tiempo y las nuevas perspectivas que trae consigo, y que Dios pone en nuestras manos.

Vaticano, 8 de diciembre de 2014


FRANCISCO


[1] N. 1.

[2] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2014, 2.

[3] Cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 11.

[4] Cf. Discurso a la Asociación internacional de Derecho penal, 23 octubre 2014: L’Osservatore Romano, Ed. lengua española, 31 octubre 2014, p. 8.

[5] Discurso a los participantes en el encuentro mundial de los movimientos populares, 28 octubre 2014: L’Osservatore Romano, Ed. lengua española, 31 octubre 2014, p. 3.

[6] Cf. Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, La vocazione del leader d’impresa. Una riflessione, Milano e Roma, 2013.

[7] Benedicto XVI, Cart. enc. Caritas in veritate, 66.

[8] Cf. Mensaje al Sr. Guy Ryder, Director general de la Organización internacional del trabajo, con motivo de la Sesión 103 de la Conferencia de la OIT, 22 mayo 2014: L’Osservatore Romano, Ed. leng. española 6 junio 2014, p. 3.

[9] Benedicto XVI, Carta. enc. Caritas in veritate, 5.

[10] «A través del conocimiento de esta esperanza ella fue “redimida”, ya no se sentía esclava, sino hija libre de Dios. Entendió lo que Pablo quería decir cuando recordó a los Efesios que antes estaban en el mundo sin esperanza y sin Dios» (Benedicto XVI, Carta. enc. Spe salvi, 3).

[11] Discurso a los participantes en la II Conferencia internacional sobre la Trata de personas: Church and Law Enforcement in partnership, 10 abril 2014: L’Osservatore Romano, Ed. leng. española 11 abril 2014, p. 9; cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 270.

[12] Cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 24; 270. 

DOS NUEVAS VICARÍAS DE LA ORDEN DE LA MERCED

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
10 Dicembre 2014
Visite: 7695

PROVINCIA MERCEDARIA MEXICANA

ORDEN DE LA MERCED

 

Prot 23/2014

ASUNTO: Invitación a la celebración donde serán erigidas dos vicarías de la Provincia de México: 

Nuestra Señora de la Merced de Honduras y Cristo redentor del Norte de México.

 

 

A TODOS LOS PROVINCIALES, VICARIOS PROVINCIALES Y

 

RELIGIOSOS DE LA ORDEN

 

Les saludo, en la alegría del Señor, deseándoles abundancia de bendiciones en este tiempo de la espera del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

 

A nombre de nuestra Provincia Mercedaria Mexicana, les invitamos a la solemne celebración eucarística que se llevará a cabo el día 18 de diciembre de 2014 a las 11 am, donde serán erigidas las Nuevas Vicarías de la Provincia de México: Nuestra Señora de la Merced de Honduras y Cristo Redentor del Norte de México. Esta celebración será presidida por su Excelencia Christopher Pierre, Nuncio Apostólico en México y donde será ordenado presbítero Fr. Alberto Ibáñez Zeferino y serán ordenados diáconos Fr. Marino Ramirez Bautista y Fr. Gerardo Calderón Márquez.

 

Agradecemos al Padre General Fr. Pablo Bernardo Ordoñe y su Consejo General su presencia tan significativa en esta celebración así como el apoyo y orientación para hacer realidad esta nueva etapa de nuestra Provincia que quiere hacer presente la misión carismática confiada a san Pedro Nolasco.

 

Agradeceré me hagan llegan llegar sus comunicados de participación. Será para nosotros una gran ocasión para compartir nuestra alegría fraterna en este caminar mercedario que como Orden vamos viviendo.

 

A los pies de María de Guadalupe, oramos por cada uno de ustedes para que el señor los siga colmando de sus gracias en este servicio de entrega generosa que llevan a cabo en cada una de sus provincias y comunidades.

 

México, D. F. 4 de diciembre de 2014. 797 años de la Fundación de la Orden.

 

Su hermano y servidor en Cristo

Fr. Alberto Quintero Campoy O. de M.

Superior Provincial

 

ORDEN DE LA MERCED PROVINCIA DE LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA MÉXICO

 

 

CURIA PROVINCIAL AV. ARCOS DE BELÉN 444 COL. DOCTORES MÉXICO_ D.F. 06720 DELEG. CUAUHTÉMOC TEL. 5588-97-52, FAX 55787174 EMAIL: Questo indirizzo email è protetto dagli spambots. È necessario abilitare JavaScript per vederlo.

Inicio del año de la Vida Consagrada

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
01 Dicembre 2014
Visite: 45

El año de la Vida Consagrada comienza a palpitar fuerte en nuestro corazón mercedario. 

El Adviento 2014 nos está provocando a: 

- encuentros fraternos con mayor intensidad y continuidad 

- compartir más serenamente la palabra de Dios y la Eucaristía, no como "tramites sino con disfrute"

- estar más entre los cautivos, no tanto de palabra, sino "gastando la vida con ellos".

 

El domingo 30 de noviembre, inició el año de la vida consagrada en todo el mundo y la familia mercedaria pone en juego: evangelio, profecía y esperanza impregnadas de liberación, allá donde la libertad de los hijos/as de dios está amenazada.

Religiosos, religiosas, monjas y laicos, catequistas, misioneros, familiar y bautizados en general estamos de fiesta y debemos durante este año 2015 a febrero 2916: reflexionar, formarnos, compartir compromisos, asumir procesos, acompañarnos en las dificultades en el camino de fidelidad a Jesús.

Somos con papa francisco una iglesia que es casa para todos/as con puertas y ventanas abiertas y en movimiento de salida hacia las periferias de la libertad.

Mi vida por tu libertad

 

(Adaptación del logo de vaticano: Andersson David Carreño Bolivar - Cdad. de Palmira. Táchira - Venezuela / muchas gracias!!!)

 

LEER «ALEGRAOS...» Palabras del Magisterio del Papa Francisco

LEER CARTA APOSTÓLICA DEL SANTO PADRE FRANCISCO A TODOS LOS CONSAGRADOS CON OCASIÓN DEL AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA

Fray Pablo Bernardo Ordoñe

Maestro General

GANADORA DEL CONCURSO DEL HIMNO DEL JUBILEO 2018

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
30 Novembre 2014
Visite: 39

GANADORA DEL CONCURSO DEL HIMNO DEL JUBILEO 2018: AXANA KULIK.

El Maestro General, M.R.P. Fr. Pablo ORDOÑE; O. de M. ha anunciado a toda la Orden que la Señora Axana KULIK (de origen Siberiano, residente en Madrid y miembro de la comunidad laical de la Basílica Hispanoamericana de la Merced - Madrid) ha sido la ganadora del Concurso de Himno Jubilar de la Merced 2018. Felicidades AXANA, y desde ya muchísimas gracias a todos aquellos hermanas y hermanos nuestros que participaron en este concurso a nivel mundial.

Los días previos

En la Curia General de la Orden -Roma- del 27 al 30 de noviembre 2014, se celebra el encuentro de la Comisión 2018, preparatoria del Jubileo de la Familia Mercedaria.

Se define estos días, con el asesoramiento de expertos de la facultad de liturgia (Anselmiano de Roma), el Hinmo Jubilar que nos representará a nivel mundial en el Jubileo.

La Merced siempre en movimiento de salida y celebración.

Acompáñanos con tu cercanía, oración y servicio cotidiano a los cautivos/as.

 

MI vida por tu Libertad

MENSAJE DE LA COMISIÓN JUBILEO 2018

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
29 Novembre 2014
Visite: 43

MENSAJE

A LA FAMILIA MERCEDARIA

DE LA COMISIÓN PREPARATORIA DEL JUBILEO 2018

 

Roma, 29 de noviembre del 2014

 

A nuestros estimados hermanos de la Orden de La Merced

y Familia Mercedaria:

 

Ya estamos pisando los umbrales de los ochocientos años de nuestra fundación; las ilusiones que veníamos trayendo desde hace algunos años atrás ya comienzan a florecer; los proyectos van madurando en primorosas realidades. Y es que vamos a empezar nuestras celebraciones jubilares este próximo 17 de enero de 2015, a los 780 años de haber recibido la Confirmación Pontificia de nuestra Orden. Como lo indicaba nuestro último Capítulo General celebrado,

 

-          el primer año, 2015, lo dedicaremos al Patriarca, el servidor bueno y fiel, san Pedro Nolasco;

 

-          el segundo año, 2016, lo dedicaremos a nuestra santísima Madre de la Merced;

 

-          el tercer año, 2017, lo consagraremos a Cristo Redentor,

 

para finalizar el año 2018 con las celebraciones jubilares en diversas ciudades donde nos encontramos presentes y que han sido fundamentales para la propagación de nuestro Carisma Redentor: Roma, Barcelona y Lima.

 

Hace ya un siglo atrás, Benedicto XV nos expresaba “Pudiendo decirse con verdad de nuestro Instituto Maiorem caritatem nemo habet, ut animam suam ponat quis pro amicis suis – Nadie tiene mayor caridad que el que da la vida por sus amigos. Que nunca os apartásteis de este intento mientras duró aquel vergonzoso estado de esclavitud, lo demuestra claramente la historia, que ha inmortalizado la memoria de muchos de vuestros religiosos”. Aquel aserto del Pontífice, la Orden lo ha seguido realizando en estos últimos cien años.  Prontos a cumplirse los 800 años, podemos afirmar que este carisma ha encontrado causes actuales y comprometidos. Podemos constatar que los mercedarios nos encontramos a gusto con los pobres y los marginados; sean presos, inmigrantes, niños desfavorecidos, mujeres maltratadas, entre otras realidades que atentan contra nuestra fe.

 

Con enorme satisfacción hemos comprobado que en la Orden hay ilusión por el octavo centenario. Los asistentes hemos traído un gran acervo de iniciativas, proyectos en diferentes formas: de programas festivos, culturales, religiosos, vocacionales; de publicaciones, exposiciones, congresos, peregrinaciones y procesiones. Nos ha sorprendido la rica, variada y numerosa participación para el concurso del himno del octavo centenario. Diecisiete compositores han aportado un florilegio de letras y música referentes a nuestro aniversario fundacional; todas ellas muy estimables pero que forzosamente teníamos que ceñirnos a una, la cual hemos presentado al Maestro General.

 

Los invitamos a que se aúnan a este sentimiento de alegría y jubilo, no sólo a razón de iniciar las celebraciones de nuestro octavo centenario, sino sobre todo porque somos depositarios de un carisma siempre vivo e inmarcesible. Que la alegría de nuestra consagración religiosa mercedaria sea un clarísimo signo ante los demás de la presencia del espíritu, siempre actual, de nuestro Padre san Pedro Nolasco.

 

El P. Maestro General y los Religiosos Delegados de la Comisión preparatoria del Jubileo 2018, nos despedimos de cada uno de ustedes por medio de la “Oración jubilar”.

 

 

LA MERCED: 800 AÑOS

 

Madre de la Merced,

que suscitaste en tu servidor Pedro Nolasco

el deseo de imitar a Cristo Redentor,

poniendo su vida al servicio de los más pobres

de entre los pobres, los cautivos;

al prepararnos a celebrar el Jubileo mercedario,

te pedimos que eleves nuestras oraciones al Padre,

fuente de misericordia,

para que seamos capaces de contemplar

la faz de tu Hijo en el rostro de los cautivos de hoy

y ofrezcamos, alegremente, llenos del Espíritu Santo,

nuestras vidas como moneda de rescate

por nuestros hermanos

que viven privados de libertad y sin esperanza

en las nuevas periferias de la cautividad.

 

Amén.

PLAN GENERAL DE VOCACIONES, FORMACIÓN Y ESTUDIOS

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
19 Novembre 2014
Visite: 90

Roma, 19 de noviembre del 2014

 

A todos los religiosos de la Orden

Un saludo fraterno.

 

Convocados por el Gobierno General de la Orden, los abajo firmantes, presididos por el Maestro General, nos reunimos en la Curia General-Roma, del 17 al 19 de noviembre del 2014 para iniciar un proceso de revisión del PLAN GENERAL DE VOCACIONES, FORMACION Y ESTUDIOS (Ratio Institutionis et Studiorum). Los motivos que justifican esta iniciativa son varios: la promulgación de las nuevas Constituciones y Normas Generales de la Orden, la necesidad de dar una respuesta más eficiente a los nuevos desafíos de la cautividad, la actualización de nuestros documentos a la luz de los nuevos documentos de la Iglesia y de la Orden, la necesidad de presentar nuestra propuesta carismática a los jóvenes de forma más actual y atrayente, así como la necesidad de dar referencias generales para la revisión de las Ratio Provinciales.

 

Tenemos conciencia de que nosotros somos apenas una parte del proceso. No queremos hacer el trabajo solos. Solicitamos la colaboración de todos los religiosos, de modo especial de los promotores, formadores y formandos. Para esto, hemos preparado un cuestionario de preguntas y un boceto de trabajo del esquema de la actualización del Plan General de Vocaciones, Formación y Estudios. Estos materiales serán enviados (Ver abajo descargas) a los Gobiernos Provinciales, Vicariales y Delegaciones, a fin de recoger las sugerencias de todos. Los Secretariados de Vocaciones, Formación y Estudios, los Secretariados de Vida Religiosa, así como las distintas Comunidades Formativas deberán estudiar estos documentos, responder al cuestionario y enviar a esta Comisión todas las sugerencias y aportes que ayuden a avanzar en este camino compartido de la elaboración de la deseada actualización de la Ratio. Además, para facilitar el acceso a todos, insertamos todo este material, junto con el texto de la Ratio de 1988, en la página web de la Orden: www.ordendelamerced.org; de este modo, cualquier religioso podrá consultarlo y responder directamente, si lo desea, con sus aportaciones (Questo indirizzo email è protetto dagli spambots. È necessario abilitare JavaScript per vederlo.).

 

Hemos establecido una hoja de ruta buscando una amplia participación con los siguientes pasos:

Noviembre 2014: envío  del cuestionario a la Orden.

Abril 2015: Recepción de  las colaboraciones. Para que el trabajo sea fruto de la comunión y del aporte de todos, las Provincias, Vicarías y Delegaciones deben enviar sus contribuciones.

Mayo 2015: Reunión de la Comisión para el estudio de lo recibido y elaborar un  Documento de Trabajo.

 

Momentos de estudio del Documento de Trabajo:

15 al 28 de febrero 2015: Encuentro de Formación Permanente. Puebla-México.

19 de abril al 03 de mayo 2015. Encuentro de Formación Permanente. Lima-Perú.

05 al 09 de octubre 2015: Encuentros de Formadores de Latinoamérica y el Caribe. Córdoba-Argentina.

18 de octubre al 01 de noviembre 2015. Encuentro de Formación Permanente. Curia General, Roma.

04 al 08 de diciembre 2015: Encuentro de Formadores de Europa. Puig-Valencia (España).

 

Fecha a confirmar: Encuentro de Formadores de África.

 

Fechas a confirmar: Encuentros Interprovinciales de Formandos.

Enero-febrero 2016: Reunión de la Comisión para la elaboración del Instrumentum laboris que se presentará en el Capítulo General 2016 para su estudio.

 

La elaboración de una nueva Ratio supone la reflexión sobre conceptos fundamentales de nuestra vida religiosa. En la Ratio tendrán que aparecer una visión actualizada de la vida consagrada, una visión de la formación mercedaria, una presentación clara y precisa de la Identidad mercedaria, una actualización del carisma, una visión del mundo, del hombre, del  joven. En fin, varios conceptos fundamentales deberán estar presentes en la Ratio. Por esto, creemos que la Ratio no es cosa apenas para especialistas. Todos podemos colaborar con nuestra experiencia a definir bien los  elementos esenciales de nuestra vida consagrada.

 

En el Año de la Vida Consagrada e inicio del Año de san Pedro Nolasco, dentro del triduo Jubilar, invitamos a todos los religiosos a participar con alegría y esfuerzo en este proceso de revisión de nuestra Ratio General, respondiendo personalmente o en grupo, a las preguntas enviadas. Hacemos esto con la certeza de que nuestro trabajo dará frutos vocacionales para bien de nuestra querida Orden. Ponemos este trabajo en las manos de nuestra Madre de la Merced invocando su intercesión.

 

                                               

Rev.mo P. Fr. Pablo Ordoñe, O. de M.

MAESTRO GENERAL

 

R.P. Fr. Emilio Santamaría Fernández, O. de M.

R.P. Fr. Damase Masabo, O. de M.

R.P. Fr. Juan Carlos Saavedra Lucho, O. de M.

R.P. Fr. Dionisio Báez, O. de M.

R.P. Fr. José Luis Mercado Morales, O. de M.

R.P. Fr. Enrique Mora González, O. de M.

R.P. Fr. Arturo Midzuaray Fukuy, O. de M.

 

DESCARGAS: Esquema y Cuestionario Ratio Institutionis et Studiorum

Presentación ORDO 2014-2015

Dettagli
Victor Sundar Raj logo
Novedades
01 Novembre 2014
Visite: 44

PRESENTACIÓN 2015

 

“Mi vida por tu libertad”

 

Al inicio del ANO DE LA VIDA CONSAGRADA y del TRIDUO JUBILAR MERCEDARIO que comienza honrando a SAN PEDRO NOLASCO (2015), con el que abriremos la celebración del VIII Centenario de nuestra Orden, les presento el ORDO MISSAE CELEBRANDAE ET DIVINI OFFICII PERSOLVENDI (Calendario Litúrgico) que nos ayudará a santificar nuestro tiempo, servicio y vida común junto a toda la Iglesia.

El tiempo y el espacio son dos elementos esenciales en la vida un mercedario/a, pues en ellos liberamos, acompañamos, visitamos, consolamos, curamos y caminamos al lado de tantos oprimidos y cautivos de nuestro tiempo que son compañeros inseparables del camino. De igual manera y con la misma pasión, debemos santificar las horas, orando incansablemente al Divino Redentor y a Nuestra Madre de la Merced, para impregnar de sentido evangélico y profético la pastoral liberadora, la fraternidad y la vida personal.

En la celebración cotidiana de la Eucaristía, todos los religiosos mercedarios, tanto clérigos como no clérigos, queremos celebrar la vida propia y aquella que se nos ha encomendado en la misión. En la patena, junto a la sagrada forma, depositaremos diariamente nombres, rostros, historias y heridas de tantos/as hermanos/as que perseguidos por le fe o heridos en su dignidad no pueden celebrar la fiesta de los redimidos. La Eucaristía cotidiana ha de ser para cada mercedario/a un compromiso de honor al que no podemos faltar cada día.

El ANO DE LA VIDA CONSAGRADA, nos invita no solo a reflexionar sobre nuestra identidad vocacional, sino también a reavivar en celebración y fiesta del encuentro personal y amistoso con Cristo Redentor. Nuestras liturgias deberán expresar el gozo ser hermanos en camino y de asumir la misión desde la brújula del Evangelio que siempre nos orienta en visita y liberación hacia los márgenes.

El ano inicial del Triduo Jubilar Mercedario, debe ayudarnos a palpitar corazón a corazón con nuestro amado padre y fundador San Pedro Nolasco, que es la raíz de una historia martirial, madurada en el crisol de ofrendas, dolores y sacrificios por los últimos de la historia: los cautivos. Que podamos como Familia Mercedaria hacer fiesta y compartir la vida hecha canto, Eucaristía y ofrenda con un oído en el pueblo y otro en el Evangelio.

Nuestra Madre de la Merced nos bendiga y ensene a vivir jubilarmente a medida que nos acercamos al aniversario de nuestra fundación 1218 – 2018.

 

Fr. Pablo Bernardo Ordone, O. de M.
Maestro General

Altri articoli …

  1. Familia Mercedaria presente en los 5 continentes
  2. ORACIÓN DEL JUBILEO MERCEDARIO 2018
  3. Campanha Redentora 2014-2015
  4. Campaña Redentora 2014 - 2015

Sottocategorie

Novedades inicio

Uncategorised

Pagina 7 di 20
  • Inizio
  • Prec
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • 6
  • 7
  • 8
  • 9
  • 10
  • 11
  • Avanti
  • Fine
FaLang translation system by Faboba

Abbiamo 89 ospiti e nessun utente online

Ricordami
  • Hai dimenticato il tuo nome utente?
  • Password dimenticata?

Collegamenti